6. mar., 2019

La presencia. El pasado en el presente.

Cuando hablamos del pasado, entendemos que es en nuestro pasado donde ponemos nuestra la atención. ¿pero y el pasado anterior a nosotros? ¿Nos sigue acompañando en nuestro presente?

Durante una sesión de  Biodinámica craneosacral, con la ayuda del facilitador podemos descifrar algunos de los patrones que nos acompañan durante toda la vida y sentimos que nos limitan a la hora de avanzar o conseguir alguna meta, ilusión, deseo…Podemos mediante la escucha darnos cuenta de si es ese patrón es nuestro o ya se expresaba en alguno de nuestros padres o abuelos. Muchas veces lo etiquetamos con un “es que yo soy así y nunca he podido con esto” o “nunca he sido capaz de…”o” es que en mi familia nunca nadie ha conseguido…” Bueno pues esto además de tener una raíz de aprendizaje y tradiciones culturales, costumbres familiares tiene un origen en el ADN. Es algo que heredamos genéticamente y que nos acompaña toda la vida con la esperanza de poderse resolver. De alguna forma la historia de nuestros antepasados queda registrada en nosotros de forma inconsciente y se manifiesta generación tras generación para poderse liberar.

Voy a contar una historia personal reciente. Hace unas semanas pude averiguar escuchando las historias que mi abuelo me cuenta de cuando era niño, de donde viene mi miedo y respeto que compartimos mi hijo y yo, cuando vamos a un parque de atracciones, sobre todo al observar las atracciones más atrevidas. Descubrí que cuando él era niño fue a una feria y estando subido, una de las atracciones falló y un vagón calló demasiado deprisa repercutiéndole seriamente en una de sus piernas durante toda su vida. Puedo observar la tranquilidad que transmite a las mujeres de mi familia tener las neveras abarrotadas de comida porque entiendo que mi abuela tuvo una infancia ambientada en la posguerra, donde el  hambre predominaba en sus días.

No solo se pueden observar patrones en ti o en tus descendientes o antepasados digamos de carácter limitante. Puedes observar como el abuelo se distraía jugando con la pintura, copiando paisajes, y como eso se expresa generación tras generación con la misma fuerza con el propósito de que algún individuo del árbol, la escuche y desarrolle satisfactoriamente esta forma de arte y expresión como algo protagonista en su vida.

La quietud, las pausas, la escucha que te facilita la Terapia Biodinamica craneosacral pueden facilitar la observación de toda esta memoria y seguir observando, preguntando, indagando en tu día a día para poder trabajar aspectos concretos en consulta. Se puede volver consciente información del inconsciente guardada pero latente y viva en tu presente, puedes darte cuenta y desde ahí trabajar con el material resurgido con la intención que convenga en ese momento.

El facilitador es capaz de leer el mapa del origen de los patrones y con la escucha de estos a través de la resonancia hace que el paciente también pueda ser capaz de leerlo, utilizando las herramientas terapéuticas disponibles para facilitárselo.

 A continuación adjunto un artículo que me parece muy interesante referido al tema que estamos tratando y he sentido conveniente añadirlo para aclarar algunos conceptos de la información transgeneracional.

 

Yolanda Cortell Calvo. Acompañamiento terapéutico con Biodinámica craneosacral y distintas terapias naturales.

 

 Artículo adjunto.

Transgeneracional: La influencia de los antepasados en nuestras vidas

“Aquello que no se hace consciente, se manifiesta en nuestras vidas como destino.”

C. G. Jung

El estudio del Transgeneracional (se refiere a aquello que nos une con generaciones que no hemos conocido) pretende llevar a la luz los programas inconscientes que mantienen a las personas presas por los lazos familiares que se van transmitiendo de generación en generación en un mismo clan.

Estos programas familiares (creencias, juicios, secretos, lo no dicho, las memorias dolorosas, los silencios, conductas conflictivas, etc.) son heredados por los descendientes del clan y predeterminan su comportamiento de forma automática.

En la actualidad existen varias teorías científicas que permiten explicar cómo la información inconsciente de la familia se transmite de generación en generación.

La teoría del holograma, nos enseña que la información del inconsciente familiar queda guardada en la memoria del inconsciente familiar y en la memoria cerebral del individuo, en patrones de interferencia de ondas, lo que explica la vastedad de la memoria humana y del árbol genealógico. Así, cada miembro del árbol familiar tiene toda la memoria del inconsciente familiar y hay ciertos individuos en los que colapsan determinados patrones de interferencia, activándose ciertos programas, dando como resultados patrones de comportamiento que se encuentran ya expresados en sus ancestros.

El análisis del árbol genealógico, permite relacionar los comportamientos y situaciones conflictivas vividas por los ancestros con las de la persona que consulta. La toma de consciencia de estos programas permite a la persona observar estos patrones repetitivos y iniciar un proceso de liberación emocional y cambio de creencias. Así, la persona puede hacer el duelo de esos programas y liberar su inconsciente de la influencia de los mismos.

Cabe mencionar que el análisis transgeneracional trabaja con el árbol genealógico el cual refleja las memorias no expresadas por los ancestros en acontecimientos muchas veces incomprensibles para las personas. Estas memorias no expresadas forman una memoria muy potente reforzada por la necesidad de evitar la exposición a ciertos eventos que la persona siente como peligrosos o dolorosos.

Patrones como las creencias, los tabús o los perjuicios conforman una resonancia en el árbol familiar y por tanto en el inconsciente familiar, que determinará en futuras generaciones comportamientos ineludibles, como un programa que, por simple que sea, hace repetir las experiencias no integradas por nuestros antepasados.

Los hechos traumáticos no resueltos en el árbol se repiten en los descendientes porque es una energía no liberada. Es una información que se ha quedado a medias, congestionada en el inconsciente familiar.

La vida nos da una oportunidad para honrar a nuestros ancestros y sacar a la luz los hechos dramáticos no gestionados por los mismos para que, si así lo deciden, sus descendientes puedan gestionar sus vivencias de forma más sana, liberando el drama del inconsciente familiar (duelos no realizados, proyectos no terminados, deseos profundos frustrados, vidas no vividas).

Cuando estas memorias son sacadas a la luz de la consciencia, son liberadas. Toda esa información afecta al ADN (epigenética conductual) y se puede expresar en forma de enfermedades o comportamientos patológicos (físicas y mentales). 

Gracias al análisis transgeneracional, sale a la luz lo no dicho, la persona toma consciencia de estos programas, la resonancia queda liberada y por tanto también queda liberado el inconsciente familiar. Al hacer consciente esos programas, la persona no tiene que seguir reparándolos y puede abrazarlos libremente. 

En ciertos casos solo tomando consciencia ya se da una gran liberación y el programa se desactiva. En otros casos la desactivación ocurre mediante un proceso de aceptación (que no resignación). Es importante que una vez tomada la consciencia del programa, no luchar contra él, no negarlo, ni reprimirlo. Lo primero que se necesita tras la toma de consciencia es la observación sin juicio del programa en su día a día, ir entendiéndolo, mandando comprensión al programa. Retirándole nuestra energía mediante la observación sin juicio.

Cabe recalcar que lo inconsciente aspira inevitablemente a irrumpir a nuestras vidas. Es una ley ineludible del inconsciente biológico. Así el contenido inconsciente de la mente va siendo expresado irremediablemente a lo largo de nuestra vida.

Este hecho puede ser utilizado de dos formas contrapuestas dependiendo de la decisión que tomemos en cada instante. Nuestra voluntad puede apostar por el conflicto o podemos elegir la Paz.

Por tanto ante un mismo acontecimiento, podemos decidir ser víctimas inconscientes de estos programas e ir reaccionando a lo que ocurre como autómatas. O bien, podemos observar sin juicio lo que ocurre en  nuestra vida y tomar consciencia de los patrones repetitivos que se van dando en ella, liberándonos de los mismos mediante un acto de responsabilidad y de toma de consciencia.

Por tanto, toda situación puede servir para reaccionar y seguir presos de nuestros condicionamientos heredados, culpando quizás a la vida o a nuestra familia por nuestro sufrimiento o bien puede servir para mirar hacia adentro, comprender, amar y liberarnos.

Al liberarnos de estos patrones reactivos, estamos liberando el inconsciente de todo el árbol familiar y por ende el inconsciente de la humanidad. Estamos sanando la mente humana.

No hay otra forma de “salvar al mundo” que liberar la mente de todo patrón conflictivo condicionado.

Una mente libre de pasado Ama y la gratitud lo transforma todo.

 

Autor: Llorenç Serra.